La educación de los niños comienza desde que son muy pequeños. Las guarderías son los espacios adecuados para los más jóvenes de la casa. Es en ellas donde comienzan a dar sus primeros pasos en la formación y lo que les va a ayudar a empezar a interactuar con otros compañeros, algo que los va a preparar para llegar al colegio. Además, las guarderías se han convertido en algo imprescindible para muchas familias que no tienen la capacidad de conciliar y necesitan profesionales especializados y de confianza que se queden con sus hijos. Si te encuentras en una situación en la que estás comparando diferentes guarderías, queremos ayudar. Aquí te presentamos las características de una buena guardería. Toma nota y elige la que más le conviene a tu pequeño o pequeña.
Estudia bien las características de una buena guardería
- Buenas instalaciones: Tienen que estar basadas en la comodidad y la seguridad. Lo principal es que sean amplias y que cuenten con diferentes espacios para hacer actividades muy variadas. A partir de ahí, se trata de crear áreas de juego seguras, en las que lo pequeños puedan jugar sin temer por un accidente de gravedad. Por otro lado, pensando en su comodidad y en su salud, también es muy importante que la guardería disponga de espacios ventilados. Ya sabes que los niños son una fuente de bacterias y hongos, por lo que es conveniente que se junten en espacios en los que haya un aire limpio y renovado. Por otro lado, es importante que la guardería cuente con juguetes fabricados con materiales que puedan manejar los niños y que no produzcan alergias. Dicho esto, el personal tendrá formación suficiente para poder atender a los niños. Es importante que la guardería cuente con sistemas de seguridad, como pueden ser cámaras, para controlar que no haya ninguna incidencia inesperada.
- Personal empático: Entre las características de una buena guardería, algo que no puede faltar es personal cualificado, como ya te hemos dicho, pero tienen que tener algo más. La primera exigencia es que tenga amor por los más pequeños. Eso les va a hacer entenderlos y tratarlos de la mejor manera. Por supuesto, una de las cualidades que deben tener los cuidadores de la guardería es que tienen que ser pacientes. Cada niño es un mundo. Todos son muy diferentes y tienen formas de actuar y necesidades diferentes. El personal tendrá facilidad para adaptarse a cada uno de ellos. Además, todos ellos estarán capacitados para crear un programa de educación que les sirva para el presente y el futuro.
- Buena alimentación: Otra de las características de una buena guardería es que tenga un servicio de comedor muy cuidado. Una dieta sana y equilibrada es fundamental desde el primer momento, por lo que la guardería debe tener un menú cuidado y que garantice la máxima salud de los más pequeños. Además, comer en la guardería les hace estar preparados para la comida del colegio. Ten en cuenta que, mientras comen, los niños y niñas establecen relaciones. Hay que favorecer que existan interacciones entre ellos. Por supuesto, será muy importante conocer las necesidades de cada niño para que no tomen algo que les siente mal o que les cause algún tipo de alergia. Es de vital importancia que existan unos horarios fijos de comida, ya que eso les va a permitir ir adquiriendo algunos hábitos saludables.
- Flexibilidad: Desde luego, una guardería también tiene que ser flexible con los horarios. Es normal que cuente con un horario para madrugadores, que son esos niños que tienen que entrar un poco antes del horario habitual, debido a que sus padres tienen que marcharse a trabajar. Tampoco ocurrirá nada si, en algún momento, varían los horarios de recogida, ya que pueden surgir diferentes imprevistos. Eso sí, esto tampoco debe convertirse en una costumbre de la que los padres puedan sacar provecho.