¿Cuántas horas pueden los niños jugar a videojuegos?
Los videojuegos forman parte del día a día de muchos niños y niñas, convirtiéndose en una fuente de diversión, socialización e incluso aprendizaje. Sin embargo, una pregunta frecuente entre padres y madres tiene que ver sobre cuántas horas pueden los niños jugar a videojuegos? Encontrar un equilibrio es clave para que disfruten sin que esto afecte a su bienestar físico, mental o académico. Vamos a verlo con más detalle. En un post anterior, ya profundizamos un poco en este tema, explicando al detalle cómo debería ser el videojuego perfecto. Si eres un padre o madre preocupado porque sus pequeños se inician en este mundo, te recomendamos pasarte por este artículo y ver un poco al detalle cómo deben de ser en estas primeras etapas. 

Entonces, ¿cuántas horas pueden los niños jugar a videojuegos?

Atento a estas recomendaciones: 

Recomendaciones según la edad

Expertos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Academia Americana de Pediatría (AAP) ofrecen algunas pautas para el tiempo de pantalla, incluidos los videojuegos:
  • Menores de 2 años: Lo ideal es evitar las pantallas, salvo para videollamadas puntuales.
  • Entre 2 y 5 años: Un máximo de 1 hora al día, siempre con supervisión y priorizando juegos educativos.
  • Entre 6 y 12 años: 1 a 2 horas diarias, asegurándose de que los videojuegos no sustituyan otras actividades esenciales como el ejercicio, la lectura o el tiempo en familia.
  • Adolescentes (13-18 años): Aunque pueden manejar más independencia, 2 a 3 horas al día es un límite razonable. Lo importante es que mantengan un balance con sus responsabilidades académicas, sociales y de descanso.

Más allá de las horas: la calidad del juego

No todo tiene que ver con cuántas horas pueden los niños jugar a videojuegos, sino también a qué juegan y cómo lo hacen. Los videojuegos pueden tener beneficios, como mejorar la coordinación o fomentar habilidades cognitivas, siempre que se trate de juegos apropiados para su edad. Además, los juegos en línea ofrecen oportunidades para socializar, pero es crucial educarles sobre seguridad digital y supervisar con quién interactúan.

Señales de alerta para limitar el tiempo de juego

Si bien jugar es una actividad recreativa válida, hay que estar atentos a ciertas señales que indican que el tiempo frente a la consola o el ordenador está siendo excesivo:
  • Descenso en el rendimiento académico o falta de interés por los estudios.
  • Irritabilidad o frustración excesiva cuando no pueden jugar.
  • Sedentarismo o problemas de salud, como dolores de cabeza o de espalda.
  • Aislamiento social o pérdida de interés en actividades fuera del mundo digital.

Buscar el equilibrio: la clave para disfrutar sin excesos

Los videojuegos pueden ser una herramienta de ocio fantástica, siempre que formen parte de una rutina equilibrada. Establecer horarios, proponer pausas y animar a los niños a practicar otras actividades (como deportes o juegos al aire libre) ayuda a que disfruten sin caer en el abuso. Además, jugar en familia puede ser una gran manera de compartir tiempo de calidad y entender mejor su mundo virtual. En definitiva, no se trata de prohibir los videojuegos, sino de acompañar a los niños para que aprendan a gestionarlos con responsabilidad. Así podrán sacar el máximo partido a esta forma de entretenimiento sin descuidar otras áreas esenciales de su desarrollo.